lunes, 25 de enero de 2016

MI PREMIO PRITZKER PARTICULAR

Amelia se mueve silenciosamente por la obra. Menuda y callada, los operarios se sorprenden frecuentemente con su presencia junto a la puerta del patio de luces.

-Tenga cuidado doña Amelia. Ya sabe que es peligroso estar ahí.
-Vosotros sois quienes debéis tener cuidado, no os vayáis a caer del andamio. ¿Cómo va la obra? ¿Va a venir el arquitecto?

Tan silenciosamente como aparece, Amelia desaparece de la escena de los trabajos. Se mueve por el edificio con tanto sigilo y delicadeza que pareciera tener el poder de surgir a voluntad en cada recodo del mismo. En realidad, ella es parte del inmueble que estamos reparando, ¡y una muy importante! Toda su vida ha transcurrido entre esas paredes, estrenadas mediado el siglo XX, y no quiere irse de este mundo sin devolver al edificio la dignidad perdida tras años de descuido por parte de todos. Sus alegrías y tristezas, sus luchas y recreos, sus éxitos y fracasos impregnan para siempre las paredes de las que ahora tratamos de eliminar manchas y humedades; a las que en estos tiempos tratamos de aislar del exterior. El edificio es más que su casa ¡es el registro de su existencia!



viernes, 11 de diciembre de 2015

SEÑORES CANDIDATOS: YO, ARQUITECTO, TENGO UNAS PREGUNTAS PARA USTEDES

Una inoportuna dolencia me ha obligado a guardar reposo durante dos semanas dándome tiempo más que suficiente para escuchar diversas intervenciones y debates de los candidatos a Presidente del Gobierno en las próximas elecciones del día 20 de Diciembre e informarme parcialmente de los contenidos de los programas electorales con que concurren a dichas elecciones. También me ha permitido recordar que sólo hace dos años, los arquitectos estábamos, por una vez, unidos  en defensa de nuestra profesión y de la Arquitectura, luchando denodadamente contra el anteproyecto la Ley de Servicios Profesionales: parecía que finalmente abandonábamos nuestras torres de marfil para, luego de entonar un mea culpa, ponernos al servicio de la sociedad contra esa nueva agresión. Y de repente, cruzando ambos pensamientos, me di cuenta de la realidad: la desaparición absoluta de dicha cuestión profesional de nuestra realidad cotidiana en el momento en que más debía debatirse tanto por parte de los políticos como por la nuestra. ¿En qué ha quedado todo esto?¿Cuál es la idea que llevan en este tema los diferentes partidos políticos?¿Qué están haciendo nuestras organizaciones profesionales para que los políticos definan qué pretenden hacer en la próxima legislatura en materia de arquitectura y servicios profesionales? No se sabe nada, no se oye nada, no se dice nada. Y aunque quizás en algún programa electoral se haga alguna referencia a ello, yo carezco de esa información, pero como no cesan de pedir mi voto por activa y por pasiva, me permito dirigirme a los candidatos y decirles

 CANDIDATOS: YO, ARQUITECTO,  TENGO UNAS PREGUNTAS PARA USTEDES




lunes, 23 de noviembre de 2015

UN PROBLEMA DE PERSPECTIVA

Hoy he podido encontrar un rato para retomar éstos mis escritos ¡por un día siquiera! Hace bastante que no escribo nada y, aunque no faltan temas sobre los que podría tratar, siempre me digo que no tengo suficiente tiempo para hacerlo con la mínima calidad y el rigor exigibles a todo aquél que plasma sus ideas, vivencias y escasos conocimientos en textos de alcance público. Una desgana abúlica parece haberse apoderado de mí en el estupor que acompaña este extraño final de año en que coinciden la esperanza de un repunte laboral con la realidad de un abundante trabajo residual mal pagado; la cercanía de una oportunidad de cambio para un país hastiado de tanta corrupción y mentira con el autoprotector deseo inmovilista que la propia mentira trata de inculcarnos con sus cantos de sirena sobre lo bien que ya va todo para todos; el deseo de poder reorganizar un país sobre bases justas y ajustadas a la idiosincrasia de los pueblos que lo forman con el miedo a que las tensiones territoriales acaben con él; el ansia de libertad en todos los ámbitos de nuestra vida, en un mundo interconectado, con la necesidad de seguridad restrictiva de nuestros actos para asegurarlos en todo momento y lugar; el dolor por las víctimas de la maldad humana cuando las percibimos parecidas y cercanas a nosotros, con la indiferencia por las mismas si las consideramos diferentes y lejanas…El pasmo que me provocan estas dicotomías me lleva a pensar que los poderes que nos gobiernan, algunos por nuestro mandato cuasi directo, manipulan a su antojo las circunstancias que nos rodean con el único fin de crear una interesada visión de la realidad y provocar

¡UN PROBLEMA DE PERSPECTIVA!



miércoles, 20 de mayo de 2015

¡UNA PUNTA DE TRABAJO!

Hace algún tiempo que no comparto los párrafos que intentan plasmar mi impresión sobre la Arquitectura y la profesión de arquitecto en los tiempos revueltos y grises que vivimos; que no desahogo mi ánimo presentando negro sobre blanco las ideas que pugnan por reventar mi cabeza en los momentos en que todo parece amenazar con hundirse de una vez por todas; que no busco alivio ante la posibilidad de que alguien, al leer mis reflexiones, comprenda y comparta mis inquietudes, mis zozobras, mis anhelos. Y, aunque lo más probable es que nadie me haya echada de menos, no falto a la verdad si afirmo que ¡Añoraba publicar uno de estos mis escritos!, ¡Ilusionarme porque alguien los lea!  Lo escribo tal y como lo siento, precisamente en estos tiempos en que bien la mentira, bien la verdad deformada, bien la realidad enmascarada, campan dueñas y señoras de muchos medios de comunicación, convertidos en altavoces más o menos voluntarios de los mensajes de quienes pretenden guiar nuestro futuro. Y todo este retraso, esta ausencia, esta añoranza, tienen una razón, una explicación convincente: he tenido


jueves, 23 de octubre de 2014

¡NO ES QUE SEAMOS TONTOS! ¡ES QUE NOS HAN DIBUJADO ASÍ!

Como en tantas ocasiones, el arquitecto reclinó su dolorida espalda sobre el respaldo de la butaca retirando los cansados ojos de la pantalla del ordenador a la vez que profería un sonoro suspiro.
-¿Has acabado ya? ¡No te he oído soltar ningún reniego! –Era la voz de un antiguo compañero de fatigas con el que ahora compartía el despacho. El estudio ya no era unipersonal, era la suma de dos personas, amigos supervivientes de mil batallas, dispuestos a enfrentarse al último reto que la vida profesional les proponía: sobrevivir a la crisis adaptándose a los nuevos tiempos.
-Si, creo que si, o al menos eso parece. Todas las crucecitas del sistema están en verde; no aparece ningún mensaje de error y el ordenador no se ha colgado al pulsar el botón de tramitar. ¡El trasto es viejo y lento, pero todavía funciona y aun debe durarnos!
-El otro día me escandalizaste con tus palabrotas ¡y mira que es difícil no que me escandalices, sino que tu sueltes un taco! ¡A más de uno le tuvieron que pitar los oídos en el Colegio!
-¡Quita, quita! No me gusta insultar a nadie, ni mucho menos a los hábiles que crearon este ágil sistema de visado ¡Además el personal que nos atiende en el Colegio es un encanto y deben soportar las impertinencias de cada uno de nosotros! ¡Es mi mente, que no está hecha para esto, sea lo que sea! Ahora bien, cuando cobremos unos honorarios medianamente decentes, cambio todo el sistema informático del despacho…
-Pero ¿tú estás tonto? ¡Ya estás como siempre: cuando ganas un poco de dinero no lo inviertes en ti, sino que lo gastas en el maldito estudio! ¡No se cómo te han aguantado en casa todos estos años!
-¡Mira quien fue a hablar! Tú no eres diferente a mí, ¡somos de la misma quinta!

miércoles, 11 de junio de 2014

AL DESPERTAR LOS ARQUITECTOS SERAN DINOSAURIOS AL BORDE DE LA EXTINCIÓN

Un parpadeo. Estamos ya en el mes de junio, medio año 2014 transcurrido, y todo lo vivido en este periodo parece haber sucedido en un parpadeo: más penurias para muchos; más confusión para todos; más pérdida de derechos adquiridos; más corrupción desenmascarada en más sitios y presentida en varios más; pocas sentencias dictadas, menos castigos aplicados, ninguna responsabilidad asumida y una sensación, cada vez más acusada, de que, ante todo esto, algo tiene ¡debe! suceder, aunque  muchos no sean conscientes de que, para que suceda algo, debemos ser los protagonistas activos de los cambios que esta sociedad precisa. Profesionalmente, el mundo de la arquitectura está más débil que hace seis meses, con menos trabajo remunerado, menos reservas con las que subsistir y, sobre todo, menos tiempo para responder a los retos que la evolución social por un lado, y el gobierno del estado por otro nos plantean mientras el claro autismo de nuestra profesión se manifiesta en nuestra incapacidad emocional de socialización, comunicación y reciprocidad sensible no solo con la sociedad a la que nos debemos sino con nosotros mismos. No parece se haya hecho nada, y si se ha hecho se mantiene en secreto, y los fugaces intentos de visualizar ante la sociedad la situación de los arquitectos, la importancia de la Arquitectura, y el empobrecimiento que le supondría el triunfo de las pretensiones gubernamentales recogidas en la LSCP, han pasado desapercibidos; primero para los propios arquitectos, ajenos a casi todo lo que no sea su lucha individual por subsistir, y después ante el resto de la sociedad, enfrascada en el marasmo de protestas consideradas, con razón, como más importantes y acuciantes. Los arquitectos parecemos dormidos, soñando con los tiempos en que Dios, para castigar a su pueblo, amenazaba con quitarles a sus arquitectos. Hace tiempo que decidimos tratar de conciliar un sueño prolongado, confiados, en que al despertar, el monstruo de la crisis se habría desvanecido y que, de alguna manera, volveríamos seguir haciendo tranquilamente el trabajo que tanto nos gustaba: ¡proyectar! Desgraciadamente, la tozuda realidad vislumbrada durante el insomnio de algunos y mi propia duermevela me indican que


lunes, 5 de mayo de 2014

LOS ARQUITECTOS NO TIENEN QUIEN LES ESCRIBA

El arquitecto destapó el tarro de café y comprobó que no había más de una cucharadita. Abrió la cafetera italiana, la llenó de agua, y con un cuchillo raspó el interior del tarro sobre el filtro hasta cuando se desprendieron las últimas raspaduras del polvo de café revueltas con óxido de lata. Mientras esperaba a escuchar los gorgorismos del líquido, jugando con un viejo portaminas en una actitud de confiada e inocente expectativa, el arquitecto experimentó una sensación de vacío en sus tripas. Era una mañana difícil de sortear, aún para un profesional como él que había sobrevivido a tantas mañanas como esa. Durante años, desde que empezó la crisis, el arquitecto no había hecho nada distinto de esperar. Al rato, entró en la gran sala del estudio con una taza de café. Ya nadie le acompañaría en la degustación sorbo a sorbo del aromático líquido oscuro: el despacho se había convertido en unipersonal. Se sentó ante la única mesa que tenía un ordenador conectado y se dispuso a informarse de la actualidad económica en general y profesional en particular, deseando encontrar noticias de reactivación en el mundo de la construcción, en el ejercicio de la arquitectura. Apuró la taza y al no encontrar la información que tanto tiempo esperaba sobre los compromisos gubernamentales de regeneración, rehabilitación y renovación urbana, tantas veces anunciados, se mintió a si mismo para convencerse de que realmente nunca había creído en tales promesas y se dijo en voz alta: no esperaba nada, soy arquitecto y hoy

LOS ARQUITECTOS NO TIENEN QUIEN LES ESCRIBA



martes, 8 de abril de 2014

NOCHES DE CAFEÍNA Y PARALEX

Recientemente el Gobierno de España ha tenido a bien publicar nuevas herramientas informáticas ¡otras más! para los arquitectos y demás profesionales que redactan proyectos de construcción: una reprogramación de la herramienta informática de cálculo del Documento Básico de protección frente al ruido DB-HR; el programa unificado LIDER-CALENER y la adaptación de estas aplicaciones a los cambios introducidos por el Documento Básico ahorro de Energía DB-HE del año 2013. Después de una primera toma de contacto con los programas, he procurado mantener mi compostura mental, respirar profundamente, convencerme a mi mismo de que después del pertinente cursillo los sabré manejar con incomparable destreza, aunque no se sobre qué, y me he resignado a aceptar, a regañadientes, el signo de los tiempos: creer en la bondad de unas aplicaciones informáticas de las que desconozco todo, desde el cómo están hechas hasta los criterios de cálculo y posterior comparación con los modelos edificatorios tomados como referencia y en las que sólo intervengo para introducir datos. Serán cosas de la edad, pero mis ojos se han quedado fijos en la única mesa de dibujo propiamente dicha que queda en mi estudio, y he añorado los primeros años de ejercicio profesional, cuando no podía permitirme el lujo de tener un ordenador. Y me he emocionado al recordar las



martes, 11 de marzo de 2014

Y LA SALUD BIEN ¿NO?

Oye ¿Tu has notado algo en este trimestre? ¿Cómo te va, entra algún trabajo en tu estudio? ¡Anda, acaparador, que me he enterado que te han encargado una reparación! ¡Cuánto tiempo sin verte, te hacía en Sudamérica! ¿No habías cerrado el despacho? ¡Venga, venga, que ya se ve la luz al final del túnel y por eso han subido las tarifas! ¿Y de las subvenciones de las “tres erres” se sabe algo? ¿Es cierto que fulanito cierra el chiringuito? ¡Pero si tiene nuestra edad! ¿Y de que carajo va a vivir, si últimamente trabajaba menos que yo, que ya es decir nada? ¿Tú has hecho alguna certificación energética? ¿Qué programa te parece mejor? ¡Ya hablaremos una tarde, que yo no consigo hacerme un criterio con esos programas que nadie sabe en qué se basan y el cursillo aquel ya se me ha olvidado! ¿Y el Colegio de Arquitectos que hace? ¡Tira, tira, que mengano es de los que cobran honorarios basura! ¡Anda que ya le vale al gobierno con la dichosa ley de servicios!...Preguntas y exclamaciones; más preguntas y más exclamaciones. Unas sinceras; otras con retranca; algunas interesadas y, las más, meras fórmulas de conversación en estos tiempos de roña. De todas ellas mi preferida cuando me encuentro con un compañero arquitecto es

Y LA SALUD BIEN ¿NO?





viernes, 7 de febrero de 2014

LA CALMA QUE PRECEDE A LA TEMPESTAD

En este invierno de temporales sucesivos que embisten la península ibérica desde el Atlántico Norte, contrasta la apariencia de tranquilidad, si no resignación, que se ha instalado en el ámbito profesional de la Arquitectura y los arquitectos, máxime si lo comparamos con la galerna que se abatió sobre nosotros el año pasado por estas mismas fechas, después que se filtrara el primer borrador de la Ley de Servicios Profesionales. Todos estamos muy tranquilos ahora y pareciera que en el negro horizonte de la crisis se atisbara un apunte de claridad, si por tal se entiende realizar trabajos menores a precios exiguos o dibujar y justificar anteproyectos de edificaciones, sin cobrar honorarios, en la débil esperanza de que, con un trabajo de calidad y unos números ajustados, se pudiera obtener financiación con la que todos, promotor, técnico y constructor, pudiéramos no ya ganar dinero sino al menos mantener la actividad de quienes en tiempos formamos eficientes y responsables estructuras productivas. Este “impasse”, la inactividad o el silencio de unos y otros, especialmente de quienes supuestamente defienden los intereses de los profesionales, ¡mis intereses! me produce repelús y escalofríos. Algo me dice que esta situación es

miércoles, 15 de enero de 2014

TODOS INTERVENIMOS EN PEQUEÑOS CANALES DE PANAMÁ

Mucho se habla estos días del asunto de las obras en el canal de Panamá, de la empresa SACYR, de la marca España y de las artimañas legales en los contratos de obra con las administraciones públicas, poniendo todos estos asuntos en relación y denunciando las perversiones de un sistema de contratación que lejos de asegurar la equidad en la adjudicación de los trabajos bajo el paraguas de la calidad y el coste ajustado, parece que haya favorecido el chanchullo, la chapuza y el beneficio de quienes están bien situados en los aledaños del poder o deambulan con pericia por sus vericuetos. Posiblemente ninguno de nosotros sepa nunca qué demonios ha ocurrido en tal obra y su gestión, ya que sólo percibimos sombras arrojadas por datos interesados sacados a la luz en una representación teatral de estrategia económica y política en la que ni el gobierno de Panamá es la doncella mancillada que parece ser, ni la empresa SACYR el macho acosador sin escrúpulos, ni el gobierno de España la celestina oculta que cose y descose virgos. Pensando detenidamente en las únicas situaciones contractuales con las que me encuentro últimamente en el ámbito profesional privado, generalmente intervenciones de reparación de inmuebles, creo que el frecuente espíritu degradado que anima la manera de actuar en los procesos de contratación y gestión de obra entre las administraciones públicas y las grandes constructoras de país ha calado profundamente en la desnortada y agostada sociedad española y que




lunes, 16 de diciembre de 2013

CARTA DE UN ARQUITECTO A LOS REYES MAGOS

Queridos Reyes Magos:

Aunque ya hace muchos años que no os escribo, en este 2013 que ya termina he decidido dirigirme a vosotros de nuevo para solicitar vuestra intervención. No se si me recordareis, pero soy aquel niño que una vez os pidió repetidamente el juego “El alunizaje” de Comansi (“juguete completo, juguete Comansi” ¡Dios, si han pasado años!) y que os escribió una carta de agradecimiento por haber accedido a mi petición; quizás me recordéis más por la ayuda que no hace muchos años os prestaba para que consiguierais los regalos de mis hijos…No se si sabréis que soy Arquitecto, y que en estos últimos años el país donde vivo está padeciendo una grave crisis económica y moral que afecta gravemente a mi profesión y, desgraciadamente, a otras muchas, ¡casi todas en realidad!. ¡Claro que lo sabéis, sois magos! La situación se está volviendo tan angustiosa y profesionalmente me siento tan solo que, aun avergonzado porque soy consciente de que hay muchas personas que lo están pasando bastante peor que yo, que se cambiarían sin dudar por mí al considerarme no sin razón un privilegiado, y que necesitan inmediatamente ayuda y medios para subsistir físicamente o para tener un techo donde vivir, he decidido solicitar vuestra mágica colaboración, por lo que os escribo la presente




miércoles, 27 de noviembre de 2013

LA ARQUICEPCIÓN

Desde pequeños descubrimos, y nos enseñan, la existencia de cinco sentidos que nos ayudan a comprender y deambular por el mundo, permitiendo nuestra relación con el entorno a través de la captación de impresiones que, tratadas en el cerebro y pasadas por el tamiz de nuestra educación y experiencia, se convierten en nuestra idea de la realidad. La conocida lista compuesta por la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto, se puede ampliar con un número variable de otros sentidos, aceptándose como tales la termocepción, la nocicepción, la propiocepcion y la equilibriocepción, mientras se discute sobre la existencia de un sentido de alerta que advierte cuando alguna cosa no anda bien o cuando nuestras acciones pueden comprometer nuestra seguridad. Los arquitectos hemos desarrollado un sentido propio que nos permite percibir nada más visitar un ámbito espacial abierto o cerrado las imperfecciones o incongruencias constructivas, compositivas y funcionales que existen en el mismo y que habitualmente pasan desapercibidas para la mayoría. Esta cualidad, no exclusiva de los arquitectos e innata en muchos, se adquiere y perfecciona tras nuestro paso por las Escuelas de Arquitectura y después de años de ejercicio profesional. Se trata de




jueves, 7 de noviembre de 2013

LA AGUJA DE MAREAR

Empezar profesionalmente en el ejercicio libre de la Arquitectura fue para mí como botar un velero y navegar día y noche en un mar desconocido: arte, ciencia e intuición. Conocía todas las velas, cabos y palos de mi barco, pero nadie me había hablado de cartas de navegación, de medios de orientación fiables ni de las corrientes que iba a encontrar. Así, tras mucho tiempo de navegar, primero cabotajes y después travesías, entre temporales y calmas chichas, y tras no pocos sustos provocados por fuertes galernas, he construido mi propio sistema de orientación con el que he logrado no encallar nunca ¡ni hundir! los barcos que he pilotado. Esa brújula particular, la única que me ha funcionado, nos ha salvado a tripulación y pasaje en múltiples ocasiones. Pero desde que se desencadenó la crisis, la tormenta perfecta que presentíamos desde largo tiempo atrás, el mar del ejercicio profesional sufre un pertinaz temporal, que modifica constantemente toda referencia de navegación, generando peligros desconocidos y modificando los anteriormente localizados. Son frecuentes las derivas y los pocos viajeros que se arriesgan a zarpar en mi pequeño pero todavía seguro barco, están tan atemorizados que desisten inmediatamente de realizar la travesía o pretenden cambiar el rumbo de navegación, cuando no de capitán, embrujados por cantos de sirena que les embotan el conocimiento, empujándoles al motín. Somos muchos los que coincidimos en que las travesías se han vuelto peligrosas, se han llenado de nuevos riesgos y que los cambios efectuados en nuestros bajeles no son suficientes para garantizar una buena travesía. Por ello se hace preciso trazar nuevas rutas, construir barcos más grandes y seguros y dotarnos de una nueva



lunes, 14 de octubre de 2013

EL SÍNDROME DEL ARQUITECTO BIPOLAR

Decíamos ayer que para este nuevo curso que ahora comienza quisiera afianzarme como un arquitecto de cabecera o de proximidad, cercano a los diferentes grupos sociales de mi entorno, conocedor de su historia, problemas, necesidades y deseos; dispuesto a trabajar codo con codo con ellos, a no impartir doctrina infalible e ininteligible; abierto a una actitud docente sobre Arquitectura; consciente de la precariedad del medio físico; valiente para defender soluciones contrarias al sistema establecido, dispuesto a empatizar con el cliente, a ponerme en su lugar para conocer sus necesidades. Ese parece ser mi loable deseo en ciertos instantes que creo de lucidez. Pero la vida es como es, la situación en España es…¡la que es! Y un servidor no es un ángel, ni mucho menos un santo, ni siquiera un monje soldado en defensa de la Arquitectura, conocida es mi opinión de que en su ejercicio sólo de puede ser ateo, y menos cuando mis más primarios instintos como ente contingente me incitan constantemente a procurar mi sustento y el de los míos. Así resulta que recientes experiencias profesionales tratando de empatizar con posibles clientes han llevado a mi mente a un estado de conmoción tal que mis sentimientos respecto al modo de ejercer esta profesión, tan antigua como el más viejo oficio que en el mundo haya, se han vuelto contradictorios y han entrado en conflicto, de modo que a día de hoy solo alcanzo a comprender que corro riesgo de padecer el




martes, 24 de septiembre de 2013

ARQUITECTO DE CABECERA, ARQUITECTO DE PROXIMIDAD

No me cabe duda de que, en nuestra ubicación geográfica, el final del verano y el comienzo del otoño marcan las directrices de cada nuevo año de actividad de las personas y de sus perspectivas económicas. Que el año natural acabe el 31 de diciembre no deja de ser una convención cultural occidental, de fundamentos astronómicos y religiosos, que quizás deberíamos cambiar por el día en que entra el otoño. Comienzan los cursos escolares, los universitarios, los cursillos de formación continua o de reciclaje profesional, las reivindicaciones laborales, las temporadas culturales y deportivas, los propósitos de cambio personal después del verano, los fascículos coleccionables sobre los temas más diversos. Si la naturaleza comienza su cíclico declinar vital para permanecer latente hasta la explosión primaveral, nuestra actividad se planifica ahora y será al comenzar el verano cuando cojamos los frutos de nuestro trabajo. Todo lo que en nuestros despachos no planteemos en este trimestre final, nos lastrará posteriormente.

Después de los últimos doce meses de quizás la situación económica, política y de justicia social más desastrosa que, como generación, jamás hemos conocido en este país, al que no quiero nombrar para preservar su dignidad frente a quienes, llenándose la boca con su nombre, lo conducen a la nada; después de escuchar estentóreos y extemporáneos cánticos triunfales sobre el final de la crisis, la creación de 31 puestos de trabajo y el inminente asombro que vamos a ofrecer al mundo; tras observar atónito como el gobierno pretende acabar, el solito,¡con un par! como si no fuéramos capaces de hacerlo por nosotros mismos, con la profesión de arquitecto; tras visionar en televisión una campaña para paliar el hambre y la mala nutrición que sufren los niños ¡en nuestro propio país!;  tras todo esto y mucho más que no cito ¿Cómo afronta el nuevo año un pequeño estudio de arquitectura?¿Cuál es el sentimiento que domina la actividad del arquitecto? Sin temor a equivocarme, pienso que los sentimientos dominantes son



martes, 23 de julio de 2013

HE TENIDO UN SUEÑO

¡Otra noche sin descansar! Creo que he dormido un rato, pues la radio sigue sonando en el silencio de la noche, como cuando era estudiante, y compruebo en las cifras luminosas del reloj que falta mucho para que amanezca. Ya no se que postura tomar, como ponerme en la cama. El calor es agobiante, el sudor empapa la almohada y su olor acre me repugna. ¡Dios! ¿Qué están emitiendo? No es un programa de terror pero me sobrecoge el relato de la persona que cuenta su experiencia. ¡Y esa extraña sensación de picor por todo el cuerpo! No encuentro una emisora amable y apago la radio. Me enervo más aún, pues sólo escucho mis pensamientos que por alguna razón se centran en mi trabajo, bueno en la ausencia del mismo. ¡Y el picor! ¡Vueltas y más vueltas! Cada vez estoy más nervioso, y mis pensamientos se repiten en un ciclo sin fin, ¡mañana tengo que presentar una propuesta de honorarios de un lote de certificaciones energéticas para una entidad financiera y si quiero tener alguna posibilidad de llevarme el trabajo, he de presentar honorarios basura, perder dinero y no ofertar calidad! De nuevo esa sensación tan desagradable por todo el cuerpo, como si la cama estuviera llena de migas de pan seco. Pan seco, pan seco... ¡repentinamente, mi mente se llena de imágenes inconexas, que fluyen sin control en la negrura que transmiten al cerebro mis ojos cerrados! He debido de soñar, me he quedado traspuesto al poco de acostarme y he tenido un mal sueño.


miércoles, 26 de junio de 2013

ARQUITECTURA: LA GRAN TRIBULACIÓN

El 21 de Junio de 2013 era el día señalado. Muchos miraban al cielo, inquietos y asustados, esperando ver como se desplomaba sobre sus cabezas, aplastando de paso los magníficos volúmenes de piedra que jugaban, confiados, bajo la luz del sol en el punto más alto del cielo; otros tantos caminaban dubitativos temiendo que el suelo de granito gris se abriera repentinamente, tragándose las construcciones que sobre él reposaban como si de un tapete se tratase; los menos se tapaban los oídos, temerosos de oír en cualquier momento la voz tonante del todopoderoso reprimiendo a su pueblo por haber vivido por encima de sus posibilidades y castigándole con la eliminación de sus arquitectos.


lunes, 10 de junio de 2013

¡EN BUSCA DE LA CONFIANZA PERDIDA!

En los últimos tiempos, la crisis ha hecho que gran parte de mis clientes la constituya Comunidades de Propietarios que acuden al despacho para resolver deficiencias o cuestiones constructivas, de mayor o menor importancia, en sus inmuebles. No pertenecen a un barrio determinado sino que su extracción es de lo más variada dentro del tejido urbano, y las edificaciones afectadas van desde edificios de lujo a viejos inmuebles del casco histórico, pasando por adosados en barrios de la periferia. Las diferencias sociales, económicas y culturales de las diferentes personas con las que me reúno, no son obstáculo para que todas tengan un denominador común:

la desconfianza frente al Arquitecto.




lunes, 27 de mayo de 2013

¡UN GRAN PODER CONLLEVA UNA GRAN RESPONSABILIDAD!

Uno de los valores que la sociedad nos atribuye a los arquitectos es el de la responsabilidad. Pero no tanto como una cualidad que radica en nuestra conciencia permitiéndonos reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de nuestros actos, en el plano de lo moral y en relación con la función social de la Arquitectura, sino como la obligación que recae sobre nosotros de reparar el daño causado a otro, sea en naturaleza o bien por un equivalente monetario. Es decir, solo se nos reconoce, tristemente, la responsabilidad civil. Y tengo mis dudas sobre si muchos de nosotros sólo pensamos en esta parte del concepto de responsabilidad, que eso sí, nos supone mucho dinero.